Escucha nuestro podcast en «Días de Radio» (Candil Radio) – 10/03/2022
Un 3 de marzo se nombra en los EEUU el monumento nacional del Monte Rushmore. Hoy sirve para identificar a los EEUU en sí mismos, pero ha conseguido convertirse en uno de los elementos que definen la imaginería norteamericana. Pero no está alejado del misterio y las curiosidades…
Denominado en inglés “Mount Rushmore National Memorial” y a día de hoy, una de las imágenes más icónicas de los EEUU, entre 1927 y 1941 se esculpieron, bajo la dirección de Gutzon Borglum y su hijo Lincoln Borglum[1], de 18 metros de altura, las caras de los presidentes Washington, Jefferson, Roosevelt y Lincoln.
El hecho de esculpir los rostros de los presidente de los EEUU tiene mucho sentido si asumimos que los mismos, por su propia génesis y desarrollo, cuna del liberalismo político, acabaron generando la necesidad de nuevos iconos. Esos eran aquellos relacionados con la política y el estado liberal. Este monumento construido en el siglo XX, de 5.17 km2 de extensión, estaba llamado a convertirse en uno de los elementos básicos de la imaginería y cosmovisión estadounidenses.
Pero, como todo, cuenta con una pátina de leyenda y misterio. Y vuestros amigos de La Estirpe del Lobo os los van a traer a continuación…
¿Por qué se llama Monte Rushmore?
En Dakota del Sur, que acostumbra a pasar desapercibido, y construido a base de martillo neumático y explosiones de dinamita, podría parecer, por lo relevante en la historia contemporánea que parecen ser los EEUU, que su nombre derive de grandes gestas o que podría ser el resultado de anécdotas o episodios de una relevancia brutal.
Pero nada más lejos de la realidad: el nombre del Monte Rushmore se debe a que un abogado original de New York conocido por Charles E. Rushmore, visitó este estado, Dakota del Sur, y se quedó absolumente maravillado de este monte, preguntando cómo se llamaba. Al decirle los lugareños que no tenía nombre, el indicó que a partir de ese momento sería conocido como el Monte Rushmore… ¡y así quedó la historia!
Quien iba a decirle a este abogado neoyorquino, según cuenta la leyenda, que iba a conseguir ser inmortal de una forma tan sencilla…
Una curiosidad a tener en cuenta con dos grandes nombres: Washington y Jefferson.
Washington y Jefferson son dos de las personalidades políticas más importantes de los EEUU. Artífices y figuras emblemáticas e influyentes de lo que hoy es uno de los países más importantes del mundo, no podían faltar en este monumento tan representativo. Pero, ¿por qué los traemos a colación en un artículo así?
Bueno, básicamente porque en el Monte Rushmore, Jefferson fue tallado nada más y nada menos que dos veces. ¿Y por qué? Porque en los planos iniciales de esta faraónica construcción, aparecía a la derecha del icónico Washington.
Borglum consideró que debía ir a la izquierda y decidió destruirlo, volviendo a reconstruir su busto. Una tarea que, sin lugar a dudas, debió no solo costar muchísimo dinero, sino también un esfuerzo humano de enormes dimensiones.
En cuanto a Washington, quien pasase por méritos propios a la historia como uno de los personajes más importantes de la Humanidad, hay que decir que sólo existe una razón para distinguirlos del resto, y es tan sencilla como lo siguiente: tiene la nariz más grande que los demás.
“Hall of Records”.
Nada hay más importante para la historia que los documentos. Ahí es donde se recoge todo lo que acontece a la Humanidad, sus códigos legales y normas de conducta. Así que, como podemos imaginar, el Monte Rushmore no iba a ser menos…
Se pensó en crear una sala para almacenar las gestas relevantes de los EEU hasta el momento, pero no acabó cuajando por muchos motivos, entre ellos el fallecimiento del arquitecto de esta magna escultura como por las dificultades para tallar el granito, así que se cambió el plan inicial por una cámara que almacenara la biografía de Borglum, la Carta de Derechos de EEUU, la Constitución y la Declaración de Independencia, guardándose todo detrás de una losa de 500 kilogramos.
Si, podría considerarse que es algo más típico de una película de Indiana Jones, pero ahí está. ¿A que sería apasionante entrar en un lugar así?
Su construcción.
Es posible que pensemos en grandes obras arquitectónicas de la Antigüedad y nos vengan a la cabeza ingentes cantidades de personas trabajando sin descanso, lo cual sería cierto. Pero si pensamos en el Monte Rushmore, construido en el pasado siglo XX, igual consideramos que fue de otra forma. Pero no es así del todo.
Estos bustos, de un tamaño increíble, necesitaron de 400 trabajadores y de un presupuesto de un millón de dólares, lo cual, para la época, como podemos imaginar, era una cifra de un calado más que importante.
Y si: utilizamos anteriormente la catalogación de faraónico por algo…
Los rostros del Monte Rushmore y el Séptimo Arte.
El cine es uno de los elementos culturales más explotados y utilizados por EEUU. De pocos héroes del norte del continente americano no conocemos sus gestas y logros. Y el Monte Rushmore no iba a estar exento de ser un plató para todo esto
Podemos encontrarlo en series de culto dentro de la animación como The Simpsons o Padre de Familia, pero también en otras obras de un tremendo calado y cargadas de simbolismo (mejor o peor tratado, pero eso también es material para otro post) como La Búsqueda.
Y es que es normal que algo tan impresionante como el rostro en granito de cuatro presidentes sea grabado y dibujado a la hora de crear cine.
Conclusiones.
Hemos querido hoy traeros aquí este espacio tan destacable e increíble de los EEUU. El tallado de rostros de grandes nombres de la política y el constitucionalismo liberal de Norteamérica y todo lo que ello conlleva, merecía tener un espacio en La Estirpe del Lobo, y así ha sido.
Esperamos que si conocéis más aspectos curiosos o enigmáticos de este sorprendente lugar, nos los dejéis reflejados en los comentarios.
Notas al pie:
[1] Padre e hijo fueron claves en todo esto, y además, sus vidas por separado merecen en sí mismas un capítulo de La Estirpe del Lobo.
Para saber más:
Fuentes de las fotografías:
1.- www.historia.nationalgeographic.com.es
2.- www2.uned.es