Escucha nuestro podcast en «Días de Radio» (Candil Radio) – 01/07/2021
Continuación.
Cuevas Rupestres de Cantabria.
Cantabria es uno de los lugares más indicados para estudiar los primeros asentamientos humanos. Para iniciar este viaje, lo ideal es quedarnos unos días en Santander, y además de disfrutar de la ciudad, visitar con calma –lo ideal es dedicarle un par de días –el Museo Prehistórico y Arqueológico de Cantabria. En este museo, además de sus muchísimas piezas prehistóricas, destacando especialmente la colección del Paleolítico Superior y las piezas más antiguas, encontradas en la Cueva del Castillo, posee colecciones del mundo antiguo y medieval. Mención especial merecen las extraordinarias estelas cántabras, piedras discoidales gigantes bellamente labradas y con una simbología excepcional.
Esta visita será un excelente calentamiento para acudir a las Cuevas Rupestres, Patrimonio de la Humanidad. Bueno, en realidad, las cuevas reconocidas por la UNESCO son 18, pero existen muchísimas más cuevas con arte rupestre y otras muchas de excepcional valor, donde los arqueólogos no paran de hacer nuevos y nuevos descubrimientos. Y es que Cantabria cuenta con más de 9.000 cuevas, lo que hace de esta tierra un paraíso para los espeleólogos y aficionados al mundo subterráneo.
Las principales Cuevas Culturales de Cantabria[1] son Chufín, Castillo, Las Monedas, Hornos de la Peña, El Pendo, Cullalvera y Covalanas[2]. Pero como decíamos, Cantabria es infinita en su superficie y en su subsuelo. Ahora bien, desaconsejamos a quien no tenga experiencia y formación en cuevas y espeleología hacer ningún tipo de “excursión por su cuenta”. Las cuevas son mucho más peligrosas de lo que muchos creen. Hace falta mucha preparación y experiencia para poder adentrarse en ellas. Afortunadamente existen muchos clubes y empresas especializadas que ofrecen excursiones guiadas a las cuevas y parajes naturales más increíbles que podáis imaginar. De todos modos, cuevas espectaculares como El Soplao, están acondicionadas para visitas familiares. Esta cueva, en concreto, es una de las más maravillosas que podéis ver en España. Pero si queréis una experiencia más “de cuevas”, tenéis la cueva Coventosa, que está preparada para “espeleopaseos” (siempre con guía y en grupos concertados. De otro modo está prohibido y sería una estupidez si no se conoce) en los que os sentiréis como verdaderos espeleólogos[3]. También es posible hacer excursiones a otras cuevas como Cayuela y Fresca[4].
La Cueva de Zugarramurdi.
Hablando de cuevas y de misterio, no nos podía faltar la famosa cueva de Zugarramurdi, donde se decía que se reunían las brujas (sorgin, en eusquera) en sus aquelarres, según el proceso inquisitorial de 1610, celebrado en Logroño, y donde 40 habitantes de Zugarramurdi y los pueblos de alrededor fueron acusados de idolatrar al diablo, practicar orgías, crear pociones y negar la religión católica. Como resultado 6 de ellos fueron quemados vivos[5].
Zugarramurdi, muy cerquita ya de Francia, es un municipio pequeño y tranquilo, de apenas unos pocos cientos de habitantes, situado en la comarca de Baztán, en Navarra. Toda la comarca es de una belleza natural impresionante, tanto el valle de Baztán y el Parque Natural Señorío de Bertiz, son verdaderamente espectaculares. Además, tiene el atractivo que le aporta la leyenda de las brujas y toda la magia de las tradiciones pirenaicas. Un lugar ideal donde descansar, disfrutar de la naturaleza e iniciarse en el folclore vasco-pirenaico.
La Ermita de San Benito Orante.
En la aldea de Orante, entre Sabiñánigo y Jaca, en la provincia de Huesca, encontramos esta sencilla ermita, que para muchos –salvo los iniciados –pasa prácticamente desapercibida. Pero dejen que les cuente algo: durante los solsticios y equinoccios los rayos de sol se cuelan en la ermita iluminando unos lugares muy concretos. Además, durante el solsticio de invierno el sol sale por Santa María de Ballarán y se pone por el enigmático monasterio de San Juan de la Peña, mientras que en el solsticio de verano lo hace desde San Benito de Erata hasta San Salvador de Leyre. ¿Casualidad que todos sean santuarios benedictinos y que la ermita de Orante esté en el centro? Les aseguro que no. Este fue un lugar de gran poder telúrico, un antiguo santuario natural durante el paganismo[6]. Muchos masones –los de verdad, no los que juegan con el mandil– y rosacruces han ido hasta estas tierras a estudiar estos monumentos. Por algo será…
El Monasterio de San Pedro de Rocas.
Galicia no podía quedar excluida de estas propuestas veraniegas. Por encima de ninguna otra, Galicia es la tierra de la magia y lo oculto en España. En esta ocasión os invitamos a que os acerquéis a la bella provincia de Orense. Y en concreto a la Iglesia Rupestre de San Pedro de Rocas[7]. Allí hubo antaño, antes del cristianismo, un culto pétreo y al agua, hoy cristianizado en la Fuente o Manantial de San Bieito, que según cuenta la tradición, tienen la propiedad de curar las verrugas, para ello hay que meter la zona afectadas y rezar un padrenuestro. Pero lo más interesante está en sus alrededores, en el bosque que rodea este monasterio. Este es el bosque de Romasanta y uno de los bosques con más leyendas de licántropos de Europa.

Óscar Corral
27/11/20
Tened cuidado en las noches de luna llena. Quien sabe…
Paradores Nacionales con Fantasma.
Si nos lo podemos permitir, merece la pena pasar unos días en alguno de los muchos Paradores Nacionales que existen. Por desgracia, y pese a ser públicos, los precios muchas veces no están al alcance de todo el mundo. Y es que alojarse en uno de estos exclusivos hoteles, ubicados en su mayoría en edificios históricos, suele costar el doble que en un hotel de cuatro estrellas. Por no hablar del coste de los platos de la carta del restaurante, que suele también prohibitivo. Quizás, muchos piensen que el lugar, el servicio y la calidad lo merece. Lo cual es cierto sólo en parte, porque tampoco crean que el servicio es mucho mejor que el que te dan en un hotel de cuatro estrellas, e incluso me atrevería a decir que es muy inferior al de un hotel de cinco, que es con quien parece que quieren competir los paradores. Por otro lado, las cartas no son tampoco de restaurante estrella Michelín, pero sí el precio. Y lo que es peor, es que los paradores nacionales son una empresa pública, que en 2016 arrastraba una deuda de 160 millones y que paga sueldos de unos 900€[8]. No obstante, si te lo puedes permitir, merece la pena alojarse en ellos, y en especial en el Parador de Sigüenza, famoso por el fantasma de Doña Blanca, que recorre los pasillos al anochecer. También en el Parador de Jaén, ubicado en el Castillo de Santa Catalina, se cuenta la historia de un fantasma –al parecer una joven musulmana que murió asesinada –que vaga por sus pasillos de noche, llorando. En ocasiones, algunos huéspedes aseguran que les han tocado la puerta con fuerza e insistencia a altas horas de la madrugada, pero al abrir no había nadie.
Y si realmente les gusta el terror y las experiencias fuertes: reserven la habitación 712 del Parador de Cardona, en Barcelona. Normalmente permanece cerrada, pero si la piden expresamente se pueden alojar en ella. Si se atreven.
Notas al pie:
[1] Podéis obtener información detallada y acerca de las visitas en https://cuevas.culturadecantabria.com/
[2] También es de destacar la neocueva de Altamira, que está fantásticamente reproducida, pero no es la original.
[3] No exagero. He practicado “cuevas” desde adolescente. La espeleología me encanta. Visitar cuevas ha sido durante muchos años una de las mayores motivaciones para viajar. Os aseguro que acompañados por grandes profesionales y con total seguridad viviréis una experiencia increíble. La cueva permite incluso la práctica de rapel e incluso disfrutar de lagos subterráneos.
[4] Están en la comarca del Alto Asón, el paraíso de los espeleólogos. Ningún otro lugar de Europa tiene tantas cuevas ni tan bellas como este. Tanto en cualquiera de las población (nosotros lo hicimos en Ramales, pero imagino que en las demás también se puede), como por internet podéis contratar excursiones con las garantías de profesionalidad, tanto para visitar las cuevas como para organizar ferratas, barranquismo, etc. Podéis encontrar más en información en https://www.valledelason.com y en https://decuevas.es
[5] No nos extendemos más en la cuestión porque es un caso muy conocido y del que existe mucha bibliografía y es fácil encontrar información por internet.
[6] En la zona se han encontrado restos de Edad de Bronce que hacen pensar que en el monte en el que se encuentra la ermita se ubicó un importante centro de observación y culto solar.
[7] Es el verdadero nombre del Monasterio de San Pedro de Rocas, aunque todo el mundo lo llama de este modo y pocos se refieren a él como Iglesia.
[8] Tomamos información publicada en El Español, en 2018. https://www.elespanol.com/reportajes/20180311/verdad-oculta-paradores-nacionales-sueldos-antiguedad-historia/290971211_0.html
Además, conocemos algunos trabajadores de paradores –no diremos nombres ni ubicación para no causarles problemas –y reconocen que su situación laboral es muy precaria.
Fuentes de las fotografías:
3.- www.leyendasdehuesca.wordpress.com
4.- www.elpais.com