Tal y cómo adelantamos la semana pasada, hoy vamos a hablar en la Estirpe del Lobo de uno de los misterios más de moda de las últimas semanas: los misteriosos globos chinos. Supuestos globos aerostáticos espía según Estados Unidos y meros instrumentos astronómicos desviados de su ruta según China. Para la cada vez más nutrida comunidad global de “conspiranoicos”, una auténtica invasión OVNI. Y es que la aparición de estos enigmáticos globos en los cielos de Estados Unidos ha generado toda una leyenda que asegura que en realidad se tratan de naves extraterrestres que han llegado como avanzadilla de una invasión inminente invasión alienígena.
Esta invasión, según aseguran esta legión de indigentes mentales, tendrá lugar en fechas muy, muy próxima: el próximo 23 de marzo, Día Mundial de la Meteorología, que los extraterrestres quieren aguarnos ocupando nuestro planeta y desencadenado una larga y terrible guerra por nuestra supervivencia como especie.
¿De dónde surge ésta paranoia? De una cuenta de Tik Tok. Exacto. La supuesta revelación se ha podido rastrear hasta su origen, la cuenta de un anónimo usuario de TikTok que se hace llamar «radianttimetraveler» y que afirmar ser un viajero del tiempo. Según él, vendría desde el 2671 para invitarnos disfrutar de nuestras últimas semanas de vida. Porque una especie alienígena muy hostil descenderá a nuestro planeta el próximo 23 de marzo de 2023 para destruir la raza humana. Misión que lograrán en muy pocos días. Así que no os molestéis en hacer testamento o siquiera en buscar dónde esconderse. No. Todos muertos. Todos, salvo 8.000 humanos seleccionados por otra inteligencia extraterrestre, bautizada por este supuesto viajero en el tiempo como “El Campeón” (que ya se podría haber currado un poco el pseudónimo), que teleportarará a los elegidos a un nuevo planeta habitable.
Ni que decir tiene que ésta teoría alienígena ha sido difundida gracias a los grupos sociales, en especial de Telegram, de QAnon. Que para quien no lo sepa, QAnon es algo así como el profeta de la extrema derecha norteamericana, pero que también ha llegado a Europa (JAnon, en Francia, por ejemplo), incluyendo España, donde los grupos neonazis, fascistas, supremacistas raciales y ultracatólicos han convertido las revelaciones de QAnon (algunas tan bizarras como afirmar que la pizzería de Washington DC era la base secreta de una red de pedofilia satánica o que la ex canciller alemana, la señora Ángela Merkel, es nieta de Adolf Hitler.
Si las revelaciones por si mismas son ya delirantes, con la actual situación geopolítica global, cualquiera con cierto sentido crítico y medianamente informado, podría en cuarentena cualquier información que llegue de una fuente anónima de una red social china, difundida mediante las cuentas de un grupo ultraderechistas dedicado a crear fake news para influir en la política norteamericana, como se pudo comprobar en las elecciones en las que participó Donald Trump, en otra red social rusa. Sin embargo, en éste mundo de posverdades, la supuesta conspiración para encubrir la llegada de los alienígenas ha corrido cómo la pólvora por internet, añadiendo nuevos elementos, entre los que destaca que las “elites satánicas globalistas, los judíos, los masones, el lobby gay y el lobby feminista” son consciente de la situación y llevan décadas conspirando con los reptilianos (no hay conspiración que se precie en la que no aparezcan los reptialianos), aliados de los alienígenas invasores para acabar con la especie humana.
Incluso, en las redes se pueden leer afirmaciones en las que se asegura que los alienígenas serán comandados por la reina Isabel II, quien no habría fallecido, sino sólo cambiado de piel, porque es reptiliana y ha sido ocultada por la masonería hasta el momento que los repitilianos salga del interior del planeta para unirse a los invasores cósmicos.
Delirante, pero con millones de seguidores que dan pábulo a esta campaña de desintoxicación con la que se quieren ocultar varias cuestiones. Una de ellas y quizás la más importante, la destrucción del gaseoducto Nord Strem, que ahora sabemos que fueron realmente tropas de élite norteamericanas con ayuda de los propios noruegos. Por otro lado, en EE.UU. un tren, que transportaba sustancias químicas extraordinariamente tóxicas como cloruro de vinilo, acrilato de butilo, acrilato de etilhexilo y éteres monobutílicos de etilenglicol, descarriló en Ohio, provocando una enorme explosión y una nube tóxica que ha dispersado los químicos e incluso contaminado los acuíferos en los que ya se conoce como “el Chernóbil químico”.
Al parecer, la extraordinaria difusión que ha tenido la cuestión de los globos espías tenía como intención oculta, no sólo desprestigiar a China (son públicas y notarias las dificultades por las que atraviesan las relaciones chino-norteamericanas), sino también cortad de raíz los debates surgidos a propósito del Chernóbil químico de Ohio y el acto de sabotaje llevado a cabo por EE.UU., en perjuicio no sólo de Rusia, sino también de Alemania y el resto de la Unión Europea, que hemos visto aún más agravada la crisis energética con la destrucción del Nord Strem.
En el otro lado del tablero, los expertos en ingeniería social ruso-chinos han visto una oportunidad magnífica en fortalecer sus vínculos con los grupos ultraderechistas europeos. No necesitamos hacer una larga disquisición al respecto, basta con ver las fotos sonrientes de todos los líderes de los partidos ultraderechistas europeos, incluidos los españoles, junto a Putín, cuyo régimen oligarquía autócrata es el referente intelectual de estos grupos políticos.
¿Esto quiere decir que los globos chinos no existen? No. Los globos espías son muy habituales y los usan todas las potencias. Algunos pueden creer que los humildes globos aerostáticos son cosa del pasado; pero la realidad es justo lo contrario. Los globos de super presión, que son la evolución de los míticos aerostático, tienen mucha vida y están a la vanguardia, pues posee muchas ventajas respecto a los satélites e incluso los aviones. Por ejemplo, tanto los satélites como los aviones sólo disponen de unos pocos minutos, a veces sólo unos segundos, para fotografiar los objetivos. Además, son fácilmente detectables. Sin embargo, los globos aerostáticos pueden disponer de muchísimo más tiempo para fotografiar los objetivos, incluso capturando los movimientos alrededor de una base militar o de unos silos de misiles. Cosa que es casi imposible para un satélite. Por si fuera poco, estos globos son capaces de volar a alturas estratosféricas, eludiendo los sistemas de radares. Tampoco dejan apenas huella térmica. Y hoy en día se pueden fabricar en materiales transparentes, que lo hacen casi imposible de detectar por un ojo no entrenado.
Son tan eficaces, que se cree que China dispone de una red de estos globos para controlar todas sus fronteras. De hecho, varias revistas militares chinas, que son públicas, llevan años hablando del desarrollo de la tecnología para crear una flota de globos que puedan mantenerse en una determinada zona y hacer una vigilancia permanente. Y no sería la única potencia que ya dispone de una red similar.