Una de los temas que se han hecho populares en las últimas semanas en las redes sociales es la llamada segunda Luna que orbitaría alrededor de nuestro planeta. Aunque, en rigor, sería más correcto decir que se trata de la tercera Luna de nuestro planeta. Lo explicamos:
El 3753 Cruithne es un asteroide de los llamados NEA (Near-Earth asteroids: asteroides cercanos a la Tierra). A veces es nombrado como la segunda Luna, aunque su órbita difiere radicalmente de la de nuestro satélite mayor.
Este asteroide fue descrito en 1997 por Paul Wiegert, Kim Innanen y Seppo Mikkola, en un artículo publicado en la famosa revista de divulgación científica Nature.
La Luna de la que han hablado los medios de comunicación en las últimas semanas y se ha hecho viral en redes sociales, sin embargo, es otro objeto celeste llamado 2020 CD₃, descubierto por Centro de Planetas Menores, con sede en Washington, a comienzos de este año. De hecho, la noticia saltó a los medios de comunicación en febrero, aunque no ha sido hasta finales de septiembre cuando ha adquirido popularidad.
Este objeto celeste llevaría orbitando la tierra desde hace, aproximadamente 3 años, y es posible que abandone pronto nuestra órbita. En realidad, esta no es la primera vez que ocurre. Entre 2006 y 2007, otro asteroide, el RH120, quedó atrapado temporalmente por la gravedad terrestre.
Aunque no es muy conocido, existe un grupo de asteroides conocidos como Asteroides Apolo que tienen una órbita elíptica de diámetro mayor que la órbita de la Tierra (técnicamente semieje mayor) y cuyo perihelio (órbita alrededor del sol) es menor que el afelio (punto de mayor distancia al sol en la órbita) que la Tierra. Estos asteroides, a los que pertenecería la “segunda Luna” 3753 Cruithne, pueden quedar temporalmente atrapados por la gravedad terrestre, convirtiéndose en segundas y terceras “mini-lunas”.
Los Asteroides Apolo son uno de los tres grupos de asteroides cercanos a la Tierra. Los otros dos grupos serían Amor y Atón. Grupos de objetos celestes que centran gran parte de la investigación astronómica desde los últimos años, con el propósito de investigar sus órbitas y prever cualquier acercamiento peligroso al planeta.
Es de esperar que según avancen las investigaciones de estos grupos de asteroides y mejoren también los telescopios y radiotelescopios que se usan para escudriñar el Universo, cada vez seremos más capaces de detectar este tipo de objetos con más frecuencia.
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