Un lugar fascinante, cautivador y bellísimo donde habita el misterio.
Escucha nuestro Podcast en “Días de Radio” (Candil Radio) – 17/09/2020:
Sus aguas son imposibles de describir, son cambiantes como un camaleón, verdes, gris, azul, turquesa, dorado, rosado… así es el lago de Bañolas, siempre el mismo y siempre distinto según la época del año, el reflejo del sol e incluso la hora del día. Un lugar fascinante, cautivador y bellísimo. Caminar entre los sauces llorones de sus orillas, adentrarse en los robledales próximos, andar entre las choperas y los viejos álamos es una de las muchas experiencias inolvidables que nos aguardan en este paraíso de la provincia de Girona. Al estar allí y observar el entorno, comprendes porqué ha sido habitado de manera ininterrumpida desde los albores de la historia, desde hace más de siete mil años, en pleno Neolítico. Comprendes, también, el porqué de tantas leyendas que giran alrededor de este lago. Hay algo enigmático en él, un halo de misterio lo rodea y abraza al visitante que se acerca hasta sus aguas.
Sería imposible describir con palabras la belleza del lago y del entorno. E igual de imposible narrar todos los sucesos fascinantes que allí han acaecido y las miles de leyendas que tienen a este lugar como protagonista. Desde los numerosos y muy recientes avistamientos ovnis (que son muy frecuentes en la zona, así como las numerosas luminarias que pueden observarse alrededor del lago o en parajes cercanos), a dragones de agua que nada tienen que envidiar al monstruo del lago Ness. Pasando por las muchas desapariciones sin explicación que han tenido lugar en la zona, como la de un avión ruso durante la Guerra Civil, que el ejército buscó sin éxito en el lago durante más de cuarenta años.
Hay algo enigmático en él, un halo de misterio lo rodea y abraza al visitante
que se acerca hasta sus aguas.
La desaparición de aquel avión de combate, un modelo ruso llamado katiuska ocurrió en 1939, en plena Guerra Civil. El avión, sin que aún se sepan los motivos, cayó al lago. Sin embargo, todos los esfuerzos por encontrarlo fueron en vano. En 1987 se encontraron unos pequeños trozos de metal que se creen que pertenecieron al motor. La versión oficial dice que el avión fue devorado por la materia orgánica del lago, que probablemente lo descompusiera.
Cuestión especial es el caso de los restos encontrados en 1991 pertenecientes a un espeleólogo francés que desapareció en el sur de Francia, pero cuyo cuerpo se encontró a un centenar de kilómetros al sur, en el lago. Y es que los ríos subterráneos que alimentan el lago de Bañolas siguen siendo un misterio a día de hoy.
Pero sin duda, las dos leyendas más conocidas del lago sean el misterio del monstruo de Bañolas y la existencia de un Palacio de Cristal en sus aguas.
El Monstruo de Bañolas.
Se trata de una criatura que muchos consideran un dragón de agua al que llaman Drac, aunque en algunos textos aparece referenciado como Mon-mon. La leyenda surge en las postrimerías del siglo VII, donde varias crónicas cuentan las apariciones de un dragón acuático que comenzó a asolar la región.
La bestia era descrita como una criatura gigantesca, enteramente cubierta de escamas y con una hilera de afiladas puntas en su lomo. Se decía que el Drac poseía alas, pero que era incapaz de volar debido a su descomunal tamaño. También se asegura que aquel dragón escupía fuego y su aliento venenoso contaminaba las aguas y las plantas.
La historia se hizo tan popular que llegó incluso a oídos de Carlomagno,
quien envió a una partida de soldados para enfrentar a la criatura.
El Drac vivía en cuevas subterráneas que daban acceso al lago de Bañolas y desde allí asesinaba a todo animal u hombre que se acercara al lago. La historia se hizo tan popular que llegó incluso a oídos de Carlomagno, quien envió a una partida de soldados para enfrentar a la criatura. Sin embargo, el dragón logró vencerlos a todos, por lo que el propio Carlomagno decidió enfrentar a la misteriosa bestia. Aquí, lo relatos, presentan dos versiones bien distintas. Una de las versiones, quizás la más popular, asegura que Carlomagno logró vencer al dragón, pero este, antes de morir huyó, escondiéndose en cuevas submarinas que impidieron a Carlomagno darle caza. La otra versión asegura que el vencedor fue el dragón e incluso Carlomagno imploró a la bestia que le perdonara la vida, prometiendo que jamás ningún hombre volvería a molestarla.
Existe una tercera versión, menos conocida, pero más arraigada en la zona, que asegura que San Emeterio1 fue en busca del Drac, a quien encontró en su guarida. Para sorpresa de todos, no sólo no le hizo ningún daño, sino que San Emeterio lo llevo hasta la plaza del pueblo para demostrar que era una criatura inofensiva y asustadiza que se alimentaba de hierba. Las desapariciones, en realidad, se debían a las tropas de Carlomagno que habían raptado a algunos lugareños para enrolarlos en sus filas y robado las reses para alimentarse.
La bestia vuelve a aparecer a finales del siglo XIX cuando, según cuenta Sebastián d’Arbó en su libro «Catalunya Misteriosa», sorpresivamente salió del agua para atacar la diligencia que hacía el trayecto entre Olot y Banyoles. Más recientemente el dragón de Banyoles aparece ligado a dos trágicos naufragios ocurridos en el lago. El primero de ellos fue en la tarde del 26 de mayo de 1913, cuando una lancha turística volcó sin causa aparente. Diez de los doce pasajeros desaparecieron y no se pudo recuperar los cadáveres. Meses después aparecieron algunos pedazos de cuerpos humanos en avanzado estado de descomposición flotando en el agua.
El Palacio de Cristal.
Otra de las leyendas más fascinantes de este misterioso lago es la que asegura que en sus profundidades existe un Palacio de Cristal habitado por las alojas, las mujeres del agua. Unas criaturas que son una adaptación local de las ninfas, representaciones de las fuerzas femeninas de la naturaleza.
Estas mujeres del agua suben a la superficie en luna llena para seducir con sus cánticos a aquellos hombres que se atreven a pasear cerca del lago. Dicen que todos quedan cautivados por sus dulces melodías y su extraordinaria belleza, pero cuando se aproximan al agua, son atrapados por un abrazo mortal que se los lleva aguas profundas, hacia su palacio.
Algunas posibles explicaciones al origen de estas leyendas.
Los misterios ofrecen por sí mismos un extraño deleite, la fascinación por lo desconocido, por la probabilidad remota que la imaginación sea superada por la realidad; quizás por eso nos gustan tanto. Pero si hay algo que nos gusta más aún que un misterio es la posibilidad de comprenderlo, la búsqueda de una explicación racional que pruebe la realidad de las leyendas, al menos, en su origen.
Esto es algo que nos hemos propuesto en estas líneas partiendo de la información geológica, arqueológica e histórica que hemos analizado, concluyendo que gran parte de las leyendas y misterios que rodean el enigmático lago de Bañolas tiene una explicación lógica, aunque igual de sorprendente que las propias leyendas.
Para comprender estas estas posibles explicaciones al origen de las leyendas debemos primero hacer una aproximación geográfica al entorno, en especial para todos aquellos amigos que nos siguen y no han visitado en persona el lago de Bañolas y su entorno.
Se trata de un conjunto de pequeñas lagunas en tomo a un gran lago en forma de ocho (símbolo también del infinito), que cubre una extensión de 7.760 m2. Tiene una longitud de 2.080 m, una anchura de 235 m y una profundidad cambiante, como su aspecto, dado que las aguas –como ya hemos dicho– cambian de color constantemente según las condiciones climáticas. Se sabe que alcanza de 35 a 40 m como máximo de modo habitual, pero tiene grandes crecidas que inundan las orillas y aumentan mucho la profundidad. Unas crecidas que son del todo arbitrarias, o al menos, hasta el día de hoy se desconocen realmente los motivos de los cambios que experimenta el lago de forma irregular. Es más, incluso se especula que el lago posee fuentes submarinas que alimentan ocasionalmente su volumen de agua, pues el agua que contiene el lago es mayor que la aportación que recibe de los ríos subterráneos que se conocen que alimentan el lago.
Existen, además, unos pozos de más de 100 m de profundidad, cuyas aguas aparecen enturbiadas por la suspensión de materiales geológicos insolubles. Estos estrechos pozos o chimeneas, llamados popularmente los «xucladors» (sorbedores), llegan a descender verticalmente hasta 130 m de profundidad. Por ellos asciende un conjunto de materias insolubles de tanta intensa actividad orgánica que atrapa en el fango a cualquier persona sea atrapado por ellos. Ésta ha sido la causa de la desaparición de personas en el pasado y probablemente el origen de las leyendas de las alojas.
Por otro lado, hay que recordar que el origen de estos lagos. Para ello, debemos mirar al noroeste, a la comarca de la Garrotxa, plagada de antiguos volcanes apagados, hasta un total de 39². Estos volcanes estuvieron activos hace más de un millón de años, en la Era Cuaternaria. Esta actividad volcánica provocó la formación de un lago subterráneo, el Llac de les Presas, a partir del cual se fueron formando los ríos subterráneos que formaron el lago de Bañolas y aún hoy lo alimentan.
Estos estrechos pozos o chimeneas, llamados popularmente los «xucladors» (sorbedores),
llegan a descender verticalmente hasta 130 m de profundidad.
Este origen volcánico es el motivo de la especial hidrogeología del lago, pues en realidad se trata de varios lagos pequeños conectados con el lago más grande y todos a su vez con acuíferos, lagos y ríos subterráneos. No extra, por tanto, que en 1986, uno de los tres pequeños lagos de Uacs de Can Sisó, se hundiese, aumentando así su profundidad, tras verse cómo sus aguas verdes se transformaban en rojas momentos antes. Además, en 1978 surgió otro pequeño lago de la nada.
Como decíamos, el lago de Bañolas está rodeado de otros pequeños lagos, como el pequeño Llac de Vuá, donde las autoridades tienen prohibido y la navegación debido a su peligrosidad. Cerca encontramos el llamado Llac de la Cendra, que escupe ceniza. Y volviendo a los mencionados Uacs de Can Sisó, encontramos un pequeño lago de aguas extraordinariamente tóxicas, en el que mueren muchos peces. Este podría ser también el origen de muchos de los mitos relacionados con el lago de Bañolas, la existencia de pozas tóxicas e incluso épocas en la que la toxicidad pudo extenderse por todo el lago acabando con la vida de los animales que solían beber en sus aguas, envenenando otros acuíferos con los que pudiera estar conectado e incluso envenenando la vegetación y la tierra cercana a sus orillas. Los efectos de estas peculiares condiciones químicas de las aguas de Bañolas, capaces incluso de descomponer un avión, podrían explicar mucho de lo atribuido al monstro del lago, a la Drac o Mon-mon.
Hay que tener en cuenta, además, que en la zona existen muchos restos arqueológicos. De hecho, en la actualidad podemos encontrar una recreación de un asentamiento neolítico, por lo que no es de extrañar que los lugareños se sintieran abrumados ante el número de restos óseos que se podían encontrar por la zona.
¿Avisador de catástrofes?
Aunque la ciencia no alcanza aún a comprender las razones por las que ciertos lugares se convierten en barómetros de grandes movimientos tectónicos, no cabe duda de este hecho, observado en diversos lugares del planeta y que permiten prever un gran terremoto o erupción volcánica con uno o dos días de antelación, aunque resulta imposible de precisar dónde se sufrirá esa catástrofe.
Sea como fuera, lo cierto es que las grandes crecidas y desbordamientos más importantes de Bañolas, al decir de la gente, coinciden con grandes movimientos tectónicos:
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1883 El lago se desbordó coincidiendo con el estallido del volcán Marma loa y del Krakatoa en la isla de Sumatra.
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1906 El lago se desbordó coincidiendo con el terrible terremoto de San Francisco, en California, con más de 10.000 muertos y 400.000 familias que perdieron sus casas.
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1972 El lago se desbordó coincidiendo con el tremendo terremoto magnitud 6.2 en la escala Richter que causó la catástrofe de Managua. Aquel terremoto causó la muerte de casi 20.000 personas y más de 280.000 damnificados.
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1991 El lago se desbordó los días 11 y 12 de diciembre. Veinticuatro horas después, el día 14 de diciembre asistimos a la impresionante erupción del Etna, en Sicilia, cuyos ríos de lava arrasaron bosques y poblaciones enteras.
Quizás, este sea el verdadero misterio que encierran sus enigmáticas aguas.
Notas al pie:
1 San Emeretio y San Celedonio eran soldados romanos, probablemente hermanos, que abrazaron el cristianismo y por eso fueron torturados y decapitados en el siglo III. Probablemente, al Emeterio que haga referencia el relato sea algún monje francés de la época, pero hemos preferido ser lo más fieles a la narración conocida.
2 El más conocido quizás sea el Croscat, por el corte transversal que permite el estudio de las diferentes partes de un volcán.
Bibliografía básica:
Josep Guijarro, Guía de la Cataluña mágica, Barcelona, Martinez Roca, 1999.
Sebastián d’Arbó, Catalunya Misteriosa, Barcelona, RTVE/Serbal, 1993.
Enlaces de Interés:
https://turisme.banyoles.cat/es-es/Naturaleza
Fuentes de las fotografías: