Escucha nuestro podcast en «Días de Radio» (Candil Radio) – 3/11/2022
La biografía de Pasolini es una de esas que no acaban con la muerte. Figura polifacética del siglo XX, fue una mente genial en el cine y la literatura. Su vida se truncó con un asesinato que, aún hoy en día, es objeto de polémica. ¿Quiénes y por qué acabaron con la vida de Pier Paolo Pasolini?
Pasolini: la persona.
Pier Paolo Pasolini (1922-1975) nació en el seno de una familia que podría haber sido perfectamente el ejemplo de la unificación italiana: su padre, Carlo Alberto Pasolini, fue un militar italiano de origen noble; su madre, Susanna Colussi, una maestra proveniente de una familia campesina que alcanzó la categoría de pequeño-burguesa.
Afincados en Bolonia, apenas cuatro años después del nacimiento de Pier Paolo, su padre acabó preso por deudas de juego, situación que afectó a la imagen de la familia. Todo pareció cambiar cuando, ese mismo año de 1926, el padre de Pasolini fuese quien detuviese a Zamboni, que pretendía acabar con la vida de Benito Mussolini. A principio de la década de los años treinta del pasado siglo, la vida de Pier Paolo Pasolini se vio afectada por los múltiples cambios de destino y residencia de sus padres, algo a lo que le costó muchísimo adaptarse.
Pier Paolo Pasolini y el arte.
La relación de Pasolini y la literatura fue muy pronta. La lectura y la escritura le ayudaban a sobrellevar el pesar que le provocaban los constantes cambios de ambiente a los que se veía forzado por las labores de su padre. En la época de la secundaria formó grupos dedicados a la discusión sobre la lectura.
Pasolini se graduó en 1939, comenzando sus estudios en el Colegio de Literatura de la Universidad de Bolonia. En esta época es que encontramos su primera conexión firme con la política: entró en el gobierno fascista con competencias tanto el deporte como en la literatura (sus dos pasiones). No fue hasta 1941 que publicase «Versi a Casarsa» (su primer poemario), que recibió una crítica espectacular. Fue director-jefe de la revista «Setaccio», de donde fue despedido por sus controvertidas ideas que confrontaban con las del fascismo italiano.
Nuestro protagonista vivió, como tantos otros, los avatares de las familias italianas del momento durante los sucesos de la II Guerra Mundial, pasando de reposar tranquilamente en Casarsa a ser reclutado tras el armisticio (de lo que se escapó vestido de paisano). En el año 1946 volvió a publicar, en esta ocasión «I Diarii».
Aunque estamos hablando mayoritariamente de poesía, Pasolini tocó otros palos del arte, como el teatro, donde también demostró tener una calidad impresionante.
El cine.
Si por algo es destacable Pasolini en el cine es por ser considerado el creador del segundo Neorrealismo. Habiéndose iniciado en el Séptimo Arte cuando arrancaba la década de los 60 del pasado siglo, Pasolini se centró en comunicar sobre la marginalidad y la pobreza que asolaban a su país desde los años de la II Guerra Mundial. Cabe destacar su interés casi obsesivo por grabar con el actor Franco Citti, con el que comenzó en la película «Accattone».
Una de sus obras más interesantes fue titulada «Pajaritos y pajarracos», que data del año 1966, donde alcanzó una combinación prodigiosa entre el humor de Totó y el rol envolvente de la música. Ya en la década de los setenta arrancó su «Trilogía de la vida», con los títulos «El Decamerón», «Los cuentos de Canterbury» y «Las mil y una noches»: el tremendo éxito comercial de estas marcó de una vez y para siempre al resto del Pasolini que podemos consumir hoy en día.
Pero si existe una película que fue una cicatriz en el alma del pueblo italiano fue su obra «Saló o los 120 días de Sodoma» de 1975, donde adaptó al Marqués de Sade a la sociedad que había vivido. ¿Cuánta responsabilidad tuvo esto y su crítica al fascismo en su asesinato poco tiempo después?
Pasolini y su relación con el comunismo.
Las posiciones políticas de Pasolini se vieron afectadas siempre por su origen. En 1945 entró en la asociación llamada «Patrie tal Friul», donde se enfrentó a muchas posiciones políticas, entre ellas al inmovilismo autonomista. Pier Paolo buscaba en la política una nueva forma de cultura: la creación de diferentes espacios de avance, sobre todo cuando había salido fuera, considerando desde esos momentos a la cultura italiana muy «provinciana».
En 1947 escribió en el periódico «Libertà» que solo los comunistas eran capaces de suministrar una nueva cultura, algo que llamó poderosamente la atención por un hecho muy concreto: Pasolini no era miembro del Partido Comunista Italiano.
Pasolini entró en 1949 finalmente a militar en las filas del PCI, de donde fue expulsado por homosexual, tendencia considerada una «degeneración burguesa» por los comunistas de la época.
El asesinato de Pasolini: una eterna incógnita.
El día 2 de noviembre de 1975, los carabinieri italianos detuvieron un Alfa Romeo que avanzaba a gran velocidad. Era conducido por «Pino Pelosi», un adolescente de 17 años. Ese coche era el de Pier Paolo Pasolini. Pocas horas después fue localizado su cuerpo: había sido atropellado varias veces, hasta su muerte. Todo esto pasaba al día siguiente de haber alertado de los peligros del fascismo en una entrevista, y de haber estrenado «Saló o los 120 días de Sodoma», su obra más polémica.
Pasolini tenía varios huesos rotos, y los testículos completamente destrozados a golpes, con lo que parecía un objeto contundente. Estaba quemado. No parecía un crimen sencillo por todas las atrocidades a las que se había sometido a nuestro protagonista. No era un asesinato «clásico» (si se nos permite el término). Este hombre tan prolífico era muy conocido, ya sea por amarle o por odiarle. Resumiendo: todo esto no era «tan fácil».
Pino Pelosi, quien argumentó en varias ocasiones que había asesinado a Pasolini por haberle propuesto relaciones sexuales, fue cambiando su postura con el tiempo. Alegó haberle invitado a un conocido restaurante y que, después de cenar, recibió propuestas del director, comenzando una brutal pelea. Dijo haber golpeado a Pasolini hasta la muerte y huido en el coche de éste.
¿Todo quedó ahí?
No podemos detenernos en todas las vicisitudes en torno a la investigación nacida del asesinato de Pasolini, porque necesitaríamos de muchísimos encuentros como éste. Pero sí que vamos a destacar un elemento muy interesante. Y es el siguiente:
Casi 30 años después de estas declaraciones de Pino Pelosi, ya en la primavera del año 2005, el acusado de haber asesinado a Pasolini se retractó de los dicho, alegando que había cometido el crimen presionado por amenazas a sus familiares. Indicó que fueron varias personas las que, aludiendo a la condición de comunista de nuestro protagonista, se ensañaron con él hasta provocar su muerte.
También en 2005 se indicó que Pasolini podría haber muerto a manos de una persona que le estaba extorsionando con unos rollos de «Salo o los 120 días de Sodoma» que el director había intentado recuperar sin ningún éxito y con una gran temeridad.
El caso de Pasolini volvió a abrirse, muchísimos años después, ya en la mitad de la primera década del siglo XXI. La convulsión política y social hizo mucha presión para conocer la realidad (si es que algo así es posible) de la violenta desaparición de Pasolini.
Si un testimonio nos era útil, era el de Pino Pelosi, aquel joven de 17 años que confesó haberle matado. Pero en el año 2017, y en extrañas circunstancias, también se perdió su vida. Desconocemos si algún día conoceremos la realidad de la muerte del director que adaptase al Marqués de Sade.
Para saber más:
2.- www.circulobellasartes.com
3.- www.decine21.com
4.- www.larazon.es
Fuentes de las fotografías:
3.- www.elmundo.es