Maestro de la representación realista del hombre, genio de singular tenebrismo, su obra refleja las luces y sombras de la naturaleza humana, la miseria de la sociedad, lo efímero de la vida y de las pasiones. Caravaggio representó una fiel imagen de la gente de la calle. Retrato ancianos haraposos, prostitutas, niños callejeros.
Fue el primer gran pintor en dibujar las cosas tal y como son, sin idealizarlas ni embellecerlas. Su obra abandona al noble de quien dependen los destinos de las naciones, y busca al hombre común, que teme por la salvación de su alma inmortal, mientras sufre la injusticia del mundo y lucha por sobrevivir en medio de la miseria. Incluso sus pinturas religiosas están envueltas en un halo de profana blasfemia.
Su pintura es una invitación a meditar sobre el drama de la existencia. Quizás, por eso, se considera uno de los pintores más oscuros y más difíciles de comprender. Pues todos sus cuadros tienen múltiples interpretaciones, muchas de ellas sórdidas.
Y es que Caravaggio es el paradigma del artista atormentado e inconformista. Rebelde, marcadamente omnisexual, lideraba una banda de matones callejeros a la par que se codeaba con la aristocracia de su tiempo. Cuando llegó a Roma estaba desnutrido y prácticamente desnudo. La primera vez que supo lo que era dormir bajo techo fue cuando entró de ayudante en el taller de Giussepe Cesari, su mentor artístico.
En 1606 Durante un partido de pallacorda (una especie de tenis primitivo), Caravaggio se encaró con Ranuccio Tomassoni, a quién derribó y le amputó el pene. El corte, sin embargo, no fue preciso y cercenó una arteria, causándole la muerte. Por este crimen, fue condenado a muerte y se vio obligado a huir de Roma y refugiarse primero en Nápoles y luego en Malta, donde sería ordenado caballero de la Orden de Malta, para ser expulsado poco después por su conducta disoluta.
Caravaggio murió, finalmente, durante el verano de 1610. Nadie sabe muy bien la causa de su muerte. Una leyenda dice que estaba huyendo de nuevo, desesperado por alcanzar un barco, cayó al suelo en algún lugar de playa, donde murió unos días después sin que nadie le prestara ayuda. Otros piensan que fue su “mala vida”, marcada por los excesos, la que deterioró su salud. E incluso quien asegura que el pintor murió por causa de una insolación tras cabalgar durante días en una de sus huidas.
Posiblemente, la verdad sea más prosaica y murió de “saturnismo”, envenenamiento por plomo, patología habitual en muchos pintores de la época. El nombre de saturnismo tiene su origen en la alquimia. Los alquimistas asocian el plomo con Saturno.
Fuentes de las fotografías: