Escucha nuestro podcast en «Días de Radio» (Candil Radio) – 01/09/2022
Akira Kurosawa es una de esas figuras cuyo nombre evoca aquello que hicieron. Leyenda absoluta del cine e inspiración de grandes cineastas como George Lucas, su producción es algo que, aunque veamos una y otra vez, sigue mostrándonos pinceladas y símbolos que antes permanecieron ocultos a nuestro entendimiento.
Nuestro primer encuentro en «Días de Radio» en esta nuestra tercera temporada, no podía tener mejor protagonista que Akira Kurosawa. Comenzamos con cine, y del bueno. Una producción larga y con una gran influencia que, contemporáneamente, es ya tanto objeto de culto como de estudio en las principales academias dedicadas al Séptimo Arte a lo largo y ancho del mundo. Pero, ¿Quién era Akira Kurosawa?
Todo comenzó en Shinagawa.
Akira Kurosawa nació el día 23 de marzo del año 1910 y falleció el día 6 de septiembre del año 1998. Hijo de Isamu y Shima Kurosawa, vivió en una casa rodeado de parientes, tanto cercanos como lejanos. Su casa fue punto de encuentro y lugar de alivio de muchas personas. Y, a pesar de ser una familia de grandes dimensiones, se puede considerar que pertenecían a lo que hoy llamaríamos «clase media».
Su padre era director en un estudio militar japonés, lo cual no es algo desdeñable. La familia de Kurosawa estaba unida al mundo castrense desde hacía muchísimas generaciones ya que pertenecían a una antigua dinastía samurái.
Akira y el arte: una amistad temprana.
Nuestro protagonista tuvo acceso a la cultura occidental, a la que admiraba en todas sus facetas, ya fuese deportiva o artística. Comenzó a pintar, pero acabó fracasando precisamente por ser una persona tremendamente perfeccionista. Todo esto estaba muy unido a la figura de su hermano Heigo, que trabajaba narrando películas en el cine. Pero todo acabó truncándose: debido a problemas motivados por la llegada del cine sonoro, Heigo decidió acabar con su vida, convirtiendo a Akira en el único varón vivo de su familia.
Su relación con el cine como ámbito cultural fue más bien una necesidad que un deseo, ya que acudió a un anuncio de los estudios PCL para un puesto de ayudante de dirección. Comenzó junto al gran director japonés Yamamoto, pero pronto demostró que dentro de ese joven había un diamante en bruto que acabaría por brillar y dejar obnubiladas a millones de personas en todo el mundo durante décadas.
Todo comenzó con su primera película, «La leyenda del gran judo» y, posteriormente, por los avatares de la historia, rodaría películas propagandísticas que eran minuciosamente revisadas por el gobierno japonés. Akira iría poco a poco perfilando su forma de trabajar y comunicar, acabando por dar un giro y poner en un brete la corrupción funcionarial y política de la estructura estatal de su propio país.
A Akira Kurosawa le llega la fama con «Rashomon» en el año 1950. Mezcla de los dos mundos, el occidental y el oriental, Kurosawa narró sus historias como nadie, haciendo que los espectadores sintiesen ser parte de la cinta, y no observadores pasivos. Akira cuenta con una producción enorme y con un gran palmarés de premios otorgados en festivales como el de Venecia, Berlín, Moscú o Cannes, así como un Óscar Honorífico recibido en 1990 (ocho años antes de su fallecimiento).
Pero seguro que queréis conocer detalles de algunas de sus obras…
· «Los hombres que caminan sobre la cola del tigre».
Estrenada en 1945 y ambientada en la Edad Media japonesa, cuenta la historia de un noble y su guardia de samuráis que huyen del hermano del primero a fin de evitar un asesinato. Disfrazados de monjes budistas y diciendo allá por donde pasaban que estaban pidiendo ayuda para la reconstrucción de un templo, estos personajes son utilizados por el gran Kurosawa para llevar al celuloide una máxima de una calidad impresionante: que vale más inteligencia que valentía, ya que es el ingenio quien salva la vida de los protagonistas.
· «Trono de sangre».
De unos años después, concretamente de 1957, es esta película, en donde mejor se observa el pasado alejado de la política, dando a entender que un trono mal gestionado acarrea miseria y dolor a sus súbditos. Pero si algo destaca de esta obra de Kurosawa es que es la mejor adaptación al cine japonés de William Shakespeare. Permitiéndose adaptar algunos aspectos del libreto, consiguió dotar tanto al escenario como a los personajes de un tinte de amenaza que mantiene en vilo hasta el último minuto.
· «El ángel borracho».
De 1948. Traemos esta película porque puede que sea uno de los puntos de inflexión en la carrera de nuestro personaje. Obra en la que los actores Toshiro Mifune y Takashi Shimura crean una unión increíble, ofreciendo una calidad dramática impresionante, en esta película se muestra un japón urbano y oscuro, sucio y asentado en el crimen, en el que la Yakuza adopta tintes propios de las organizaciones criminales occidentales y que Kurosawa vuelve a adaptar a la cultura nipona con una maestría increíble.
· «La fortaleza escondida».
Esta obra fue estrenada en el año 1958. Encontramos un Akira Kurosawa maduro, que ha sabido solucionar algunos errores en su obra pasada, ganando en cada rodaje más y más calidad. Esta película es una obra de aventura en el Japón de la época feudal donde un samurái debe escoltar a una princesa hasta su palacio, manteniéndola a salvo de sus enemigos, contando con la única ayuda de dos campesinos.
¿Otro aspecto interesante sobre esta película? Pues que sirvió de inspiración para nada más y nada menos que una de las sagas del cine más importantes de la historia: Star Wars. Los personajes de Kurosawa son Luke, Leila, C3PO y R2D2.
· «Los siete samuráis».
Esta obra no podía faltar. Rodada en 1954, es donde mejor se plasma el pasado linaje de Kurosawa. Aquí, nuestro protagonista mantiene la emoción durante toda la obra, utilizando una aventura de honor para acabar criticando tanto la estructura de clases como la crueldad del sistema, alegando que es la valentía de unos pocos lo que sostiene la vida de muchos. Esta película ha servido de inspiración para multitud de géneros, pero sobre todo para el cine Western, tan presente en nuestra provincia.
· «Rashomon».
De 1954, en esta obra encontramos que el espectador acaba participando de forma activa en ella, como si de un juego de rol se tratase. Se cuenta la misma historia en cuatro ocasiones desde distintos puntos de vista, añadiendo detalles y retirando aspectos que modifican de forma sustancial lo que anteriormente parecía que había sucedido. Llena de símbolos e inspirada en el Japón del siglo XII, consiguió entrar de una vez y para siempre dentro del mercado occidental del cine.
Conclusiones.
Hemos comenzado la tercera temporada de La Estirpe del Lobo muy, pero que muy fuerte. Akira Kurosawa es una de esas figuras que tiene que estar presente en este rato de encuentro con nuestros seguidores y amigos, y no podemos dejar de recomendar que veáis sus películas. Y si las habéis visto, no pasa nada: siempre es un placer dedicar un rato al consumo de arte de calidad.
¡Feliz septiembre!
Para saber más:
Fuentes de las fotografías:
2.- www.espinof.com